8 oct 2012

The Apple Moths 'Fred Astaire'







1A-. Fred Astaire

1B-. Elvis
2B-. Miserable Town

sello: A Turntable Friend
Referencia: TURN 02
Año: 1990


En 1990 tenía 21 años y hacía relativamente poco que me había enganchado al indiepop. Hasta entonces mi hermano mayor era el 'socio capitalista' a la hora de comprar discos e ir a conciertos ya que aunque viviamos con mis padres, el trabajaba y yo todavía no. Por esa fecha nuestros gustos se iban diversificando cada vez más, pero mientras que yo me acercaba a los sonidos británicos de guitarras saltarinas, él se iría conviertiendo en un incondicional del powerpop americano. Afortunadamente los escasos ingresos que tenía por entonces, los dedicaba casi exclusivamente al alcohol (vaya, como cualquier chaval) y a comprar discos, por suerte ni el tabaco, ni las drogas, ni las discotecas, ni la ropa de marca u otros vicios caros agujereaban mi bolsillo. Pero claro, pese a no existir internet, si mirabas algún catálogo de distribución (Rhythm, Jorg Winzer, Waaah o el emergente de Elefant) se te caía la baba de todas las joyonas que ibas descubriendo mes a mes. O te pasabas por Del Sur y veías referencias todos los sellos que nacían casi a diario o comprabas el NME y te quedabas atónito viendo las Top 20 Indie List.

Así que tocaba priorizar, el dinero que del que disponía estaba claro que iba destinado en primer lugar a conseguir los discos de Sarah Records, ya dejé pasar las primeras 10 referencias por estar en babia y no iba a dejar pasar la oportunidad de ir haciendo pedidos más o menos trimestrales para ir completando su impresionante catálogo. En segundo lugar estaba mi adorado sello Heaven Records que, por suerte o desgracia, sacaba sus 7" con cuentagotas con lo cual el destrozo económico era menor (a no ser que lo acompañase por referencias de otros sello que también distribuían) y por último en la lista de imprescindibles estaba Rutland Records en la misma situación que el anterior.

Del resto de sellos y bandas iba 'picando' lo que se podía y no pocos discos se me quedaron en el tintero, unos por la dificultad para conseguirlos, otros por su difícil distribución, otros por no conocerlos o no quere arriesgarme a comprarlos sin haberlos escuchado y por supuesto otros porque no disponía del dinero del que me gustaría para gastarme en discos. Uno de esos discos que se me quedó 'olvidado' fue este 7" del grupo británico The Apple Moths que publicó el sello alemán A Turntable Friend.

The Apple Moths fué el típico grupo que , como muchos otros, sacó un solo disco en su corta trayectoria, ¡pero vaya pedazo de disco! Hasta años más tarde que me lo grabó el gran Manolo Soleado, no fui consciente de lo que me había perdido. Afortunadamente, este verano pude conseguirlo por casualidad en un stand del Indietracks y fue el disco que más ilusión me hizo traerme para Madrid, por delante de todos los de los grupos participantes en esta edición (que los hubo muy buenos).

The Apple Moths fueron de esos grupos elegantes, directos, sutiles, impecables.... como lo fueron bandas clásicas del pop anglosajón de mediados de los 80 como Aztec Camera, China Crisis, Pale Fountains, y que heredaron muy pocos años después bandas clásicas del indiepop como East Village, James Dean Driving Experience o sus compañeros de sello The Love Parade. 'Fred Astaire' te hipnotiza desde el primer segundo manteniendo intactas las coordenadas utilizadas por los grupos referidos al principio dotándoles de un toque más amateur y personal, ¿como se puede condensar tanta belleza en 5 minutos?.

En la otra cara 'Elvis' aparece más 'desnuda' y cruda que la anterior, me recuerda más a unos Bob al descubierto, un semiacústico precioso, un cuento de hadas, una joya en miniatura, 2 minutos de placer. Por último 'Miserable town', recupera las guitarras, la melodía, la voz grave y dulce a la vez, para convertirse en la mezcla perfecta y mi canción favorita del 7". Un single redondo.

Poco más podrás encontrar de información del grupo (aparte de la incluida en Cloudberry Proselytism) ya que pasó por el mundo del indiepop tan rápido como grande fué la huella que dejó, al menos en mi corazón.